Las vacunas contra la gripe generan la formación de anticuerpos en el organismo alrededor de dos semanas luego de la vacunación. Estos anticuerpos brindan protección contra las infecciones causadas por los virus contenidos en la vacuna.
Durante muchos años la OMS viene actualizando sus recomendaciones sobre la composición de la vacuna trivalente, dirigida frente a los tres tipos más representativos de virus circulantes (dos subtipos de los virus de gripe A y un virus B).[1] Las tetravalentes o cuadrivalentes cubren contra 4 cepas.
Vacunas tetravalentes o cuadrivalentes
Desde la temporada de gripe de 2013-2014 en el hemisferio norte se recomienda la inclusión en la vacuna de un cuarto componente. Estas vacunas tetravalentes contienen un segundo virus del tipo B, y se espera que ofrezcan una protección más amplia frente a las infecciones por virus de la gripe de tipo B.[2]
[1] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/influenza-(seasonal)
[2] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/influenza-(seasonal)
MAT-ar-2100091-V1-01/2021