Las vacunas son la razón por la que las enfermedades como el sarampión, las paperas y la hepatitis B ya no son comunes durante la infancia y aunque podría ser fácil suponer que esto significa que ya no son una amenaza, la verdad es todo lo contrario. Principalmente porque estas enfermedades todavía están presentes y son comunes en otras áreas del mundo y cuando no hay suficientes individuos vacunados contra estas enfermedades pueden reaparecer.