Tomando influenza como ejemplo: cuando las mujeres están embarazadas, su sistema inmunológico y varios órganos vitales se adaptan para llevar al embión. Los cambios ponen a la mujer embarazada en mayor riesgo de contraer influenza grave, ya que es menos capaz de combatir la fiebre alta y la inflamación causada por la enfermedad. Un estudio estimó que las mujeres embarazadas tenían siete veces más probabilidades de terminar en el hospital debido a la influenza que las mujeres no embarazadas. Estos altos riesgos llevan a los proveedores de atención médica y a la Organización Mundial de la Salud a recomendar de manera rutinaria la vacunación contra la influenza durante el embarazo.
Hay otro ejemplo en la vacunación Tdap – Triple Bacteriana Acelular (refuerzo contra tétanos, difteria y pertussis) durante el embarazo. Aquí, gran parte de la atención se centra en prevenir la pertussis grave en recién nacidos y bebés demasiado pequeños para ser vacunados. A diferencia de la influenza, la pertussis no es estacional, puede circular durante todo el año y empeorar durante los brotes. Es muy contagioso y muchos bebés lo contraen de miembros de la familia. El resultado: el 80% de las muertes relacionadas con pertussis ocurren en bebés menores de tres meses.

MAT-ar-2101642 – V1 – 08/2021