Si. Las vacunas pueden ser aplicadas aunque el niño tenga catarro o diarrea. Las infecciones respiratorias y diarreas leves no impiden la vacunación, salvo en los casos en que esté contraindicado. Afecciones leves a moderadas, no febriles, de cualquier tipo, no constituyen contraindicación. Muchas veces los planes no se cumplen, se interrumpen o fracasan por considerar, erróneamente, que la vacunación no se debe realizar ante la presencia de enfermedades comunes u otros procesos ante los cuales es recomendable CONSULTAR AL MÉDICO PARA NO PERDER LA OPORTUNIDAD DE VACUNAR.